¿El verano afecta a la visión de los niños?

Durante el verano todo se desacelera. Las rutinas escolares se detienen, se reducen las exigencias académicas y los niños disfrutan de más tiempo libre. Esta desconexión es positiva y necesaria, pero también implica un cambio importante en el modo en que usan sus ojos.

En este artículo te explicamos por qué ocurre, qué señales conviene observar durante las vacaciones y por qué una evaluación visual antes del inicio del curso escolar puede marcar la diferencia.

Cuando los ojos también se van de vacaciones

Durante el curso escolar, el sistema visual infantil está en constante entrenamiento: lectura, escritura, enfoque prolongado, seguimiento visual, coordinación ojo-mano… Las tareas académicas exigen que los ojos trabajen con precisión y esfuerzo sostenido.

Pero en verano, ese nivel de exigencia visual disminuye:

  • Se sustituye la lectura por dispositivos electrónicos
  • Se pasa más tiempo en interiores con luz artificial o, por el contrario, expuestos a luz solar intensa
  • Se reduce la variedad de estímulos visuales exigentes
  • Disminuyen las tareas que requieren enfoque fino, movimientos precisos o atención visual continua

¿Qué señales pueden aparecer en verano?

Lejos de los deberes y la presión escolar, muchos niños comienzan a mostrar comportamientos que durante el curso pasaban inadvertidos. Algunas señales que pueden indicar una dificultad visual funcional son:

  • Rechazo a actividades como leer, colorear o hacer manualidades
  • Torpeza en juegos que requieren coordinación visomotora
  • Desorientación al moverse por espacios amplios
  • Acercarse demasiado a pantallas u objetos

Además, el uso más intensivo de pantallas (tablets, móviles, videojuegos) puede agravar síntomas como fatiga visual, visión borrosa intermitente o dolores de cabeza. Todo esto puede estar relacionado con una alteración en la eficacia visual o en las habilidades de procesamiento visual.

Por qué es importante revisar la visión antes del curso

El rendimiento escolar no depende solo del esfuerzo o de las ganas de aprender. Depende también de si el niño ve, enfoca, coordina y procesa la información visual de forma eficiente.

Una revisión visual permite:

  • Detectar problemas que no aparecen en un control óptico convencional
  • Evaluar cómo se comporta el sistema visual ante tareas reales: lectura, escritura, coordinación ojo-mano
  • Evitar que dificultades no detectadas interfieran en el aprendizaje

Detectar y tratar una disfunción visual a tiempo puede suponer la diferencia entre un curso escolar lleno de esfuerzo y frustración… o un año en el que el niño se sienta capaz, seguro y motivado.

Enfoca’t: evaluamos cómo usan sus ojos, no solo si ven bien

En Enfoca’t realizamos evaluaciones visuales completas, adaptadas a cada edad. Valoramos no solo la agudeza visual, sino también la coordinación ocular, la flexibilidad del enfoque, la percepción visual y el procesamiento de la información.

Aprovechar el verano para cuidar la visión

El verano es un momento ideal para observar, sin prisas, cómo responde tu hijo a distintas situaciones visuales. También es una gran oportunidad para revisar su visión antes de que empiece el curso, cuando el día a día volverá a llenarse de estímulos, deberes y exigencias escolares.

Prepararse para la vuelta al cole también implica asegurarse de que su visión está lista para aprender. Si sospechas que algo no va bien, en Enfoca’t podemos ayudarte a verlo claro. Os esperamos en Carrer de Vilamarí, 26, Barcelona.

¿Tienes alguna duda o deseas comenzar con tu terapia visual?

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